A veces, un cliente no queda satisfecho. Aunque el precio pagado pueda ser un motivo típico, no es este el principal motivo. Pueden haber diversos motivos:
* El cambio contínuo de los precios.
* La no necesidad de haber tenido que hacer la compra
* El producto o servicio es inferior a lo esperado
* El haber elegido la alternativa correcta
* Descubrir otras alternativas después de la adquisición
* Percepción de profesionalidad en la indicaciones recibidas
* Las características recibidas no son las expuestas
* El tiempo de respuesta ante las consultas o inconvenientes
* La ansiedad o prisa del cliente
Una gestión correcta tiende a tener o mantener al cliente ocupado. Una correcta y constante información, proporciona al cliente una tranquilidad que permite disponer de más maniobra de trabajo.
Ante los problemas que pueden surgir de una mala gestión o mal servicio prestado, debemos saber responder:
* A las necesidades precisas que nos demanda el cliente
* Sabiendo reaccionar antes de que el cliente nos pida una contrapartida
* Manteniendo informado al cliente mediante una comunicación fluida
* Reconociendo el error y ofreciendo una compensación suficiente
El recuperar la imagen inicial que tenía el cliente debe ser el objetivo prioritario a conseguir. Para ello, se deben tener la formación, medios y procedimientos adecuados para que el error no nos conduzca a la pérdida del cliente.
La formación de los empleados es un factor muy importante:
* Adelantarse a los hechos. Mientras antes se solucione el problema mucho mejor. Incluso actuar antes de que surja la reclamación
* Reconocimiento del problema. Establecimiento de una compensación adecuada
* Comunicación bidireccional. Defensa a ultranza de los intereses del cliente
Incluso sin que surjan inconvenientes o incidencias en el servicio, la propia Fidelización requiere hacia el cliente alguna estrategia de retención como pueden ser:
* Beneficios económicos. Regalando por ejemplo "kilómetros gratis".
* Sentir que percibe un servicio propio y personalizado.
* Mantener una relación. De dependencia o vinculación, la creación de vínculos económicos, de información, sentimentales o emotivos.